martes, 12 de julio de 2011

CRÍTICA DE "AMIGOS...", DESDE EL VIERNES EN NUESTRA CARTELERA

A pesar de las ganas que tenía, no pude ver "Amigos..." en el Festival de Cine de Málaga, en donde este film se llevó la Biznaga de Plata como Premio del Público. Me ha tocado esperar más de cuatro meses para ver lo último de uno de mis actores favoritos, Ernesto Alterio. Perfectamente acompañado, además, por el siempre divertido Diego Martín y por Alberto Lozano. Una película codirigida por Marcos Cabotá (su primera vez frente a la cámara) y Borja Manso (cuya única experiencia cinematográfica era el documental "Real, la película"), con guión de este último junto al gran Borja Cobeaga (director de "Pagafantas" y "No controles").



Nacho, Santi, Diego y Víctor, todos de 35 años, son amigos desde su más tierna infancia. En su juventud solían poner a prueba su competitividad y su ingenio haciendo peculiares apuestas. Un incidente provocado por Nacho en una de ellas, le valió ser ignorado para siempre por sus amigos, que, desde entonces, abandonaron aquellas competiciones. Cuando, diez años después, al enterarse del fallecimiento de su antiguo amigo, asisten a su entierro, les comunican que Nacho les ha preparado una apuesta póstuma: ganará su herencia, valorada en 17 millones de euros, el que logre más audiencia en televisión hasta final de año. Esta apuesta hará que el mundo de los tres amigos se tambalee hasta tal punto que pondrá en peligro lo más valioso de sus vidas así como sus principios y su sentido de la amistad.

"Amistad y dinero... Agua y aceite". No, esta frase no pertenece a "Amigos..." aunque bien podría ser el titular que resuma esta película. Pertenece a "El Padrino II". Hay tantas y tantas citas sobre los amigos que pueden convertirse en enemigos en el mundo del cine... "La amistad está sobrevalorada" que decían en "Más falsas apariencias"; "Nunca se sabe que nos deparará el futuro; los amigos pueden ser enemigos, y los enemigos, amigos" en "El buen pastor"; "Nadie tiene amigos...el mejor amigo de uno, es uno mismo" en la española "Agallas"...

"Amigos..." podría haberse llamado "Amigos", sin más. Pero esos tres puntos suspensivos son más que acertados para indicarnos que la película va a bailar entre esa, a veces ligera, línea que separa la amistad y la enemistad. Esa  línea que, en este caso, es de 17 millones de euros. ¿Hasta dónde llegarías por ganar una apuesta? es la frase con la que se publicita el film. Una idea sencilla que nos lleva a encontrarnos ante una de las películas del verano, ante una de las comedias del año. 

"Amigos..." parodia el género de la telebasura y, sin embargo, está producido por Telecinco. Bendita contradicción. Critica el cotorreo público en que se convierten accidentes mortales como el ocurrido con Farruquito (o el más reciente de Ortega Cano), critica los talk-shows plagados de gente que va a contar mentiras apoyados por las propias cadenas, critica los reality shows a los que solo se accede si consigues crearte/creerte un personaje. Critica a todos, a cadenas, a programas, a presentadores... Critica a los manipuladores que pierden todos sus principios con tal de llegar arriba. Y nos critica a nosotros mismos, al público, a como nos dejamos manipular. Critica con presentación cristalina, pero con un fondo de mala leche. Y sin embargo, critica de forma divertida, a momentos hilarante, hasta tal punto que nos hace reírnos, y mucho, de estos personajes...pero también de uno mismo. Y cuando sabemos reirnos de uno mismo...

Si tienes un buen guión, es importante tener buenos actores. Y no cabe duda, "Amigos..." los tiene. Más que acertada la elección del trío protagonista, que desprenden química por los cuatro costados. El siempre sobresaliente Ernesto Alterio ("El otro lado de la cama", "Semen, una historia de amor", "Días de fútbol"...) no baja su media; el siempre notable Diego Martín ("Un buen día lo tiene cualquiera", "Días de cine", "Aquí no hay quien viva") sube la suya hasta la matrícula de honor; y el menos conocido de ellos, Alberto Lozano ("Impares, "Mejor que nunca"...) se convierte en la gran revelación del film. Les acompañan además una enérgica Goya Toledo, y una fabulosa Manuela Velasco, en un papel que enamora.

Una serie de cameos bien puestos (momento del palo gratuito, no como en las dos últimas secuelas de "Torrente") como los de Carlos Moyá, Carolina Cerezuela, Tania Llasera o Sara Carbonero, todos ellos interpretándose a sí mismos, dan aún más empaque a esta película, que deberíais ir a ver al cine cuanto antes. Seguro que le funcionará bien el boca-oreja.

Mi valoración: 7

PD: Y no podía despedir esta crítica sin nombrar a mi amigo Alberto Arcos, que tiene un pequeño papel en el film. Atentos a él que es presente y sobre todo futuro de la interpretación en nuestro país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario